sábado, 29 de mayo de 2010

SOLEDAD





Son noches del alma que acontecen
cuando los caminos se cruzan sinuosos
nos torturan con preguntas sin respuestas,
nos adentramos en un mar de antojos.

Es el tiempo en oleadas de añoranzas
que nos hacen suspirar sus consecuencias
percibiendo el aroma de sus besos
que nos inundan en pasiones de deseos.

Son luceros en noche cristalina
que visten la bóveda celeste,
embrujando los sentidos de la mente,
percibiendo su temblor a nuestro lado
con caricias y deseos de enamorados.

Los amores idos puncean nuestro corazón
cuando nos envuelve la bruma
del dolor que nos invade
y la soledad se adueña de la razón.


Leonor Rodríguez Rguez.
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DESCARO







ABUSO

Tiempo funesto me acompaña
el día se me hace noche,
la noche dama negra
que atenaza mi garganta.

Mezquino ser que me irrita
zozobra mi alma triste
velo gris cubre mis ojos
el sol rehuye mi casa.

Mundo en tinieblas me rodea
los fantasmas me acosan
no veo la luz del día
y el laberinto se agranda.

Desespera mi intuición
los cinco sentidos se resienten,
no me quedan fuerzas
para hacer frente al repelente.

Me hundo en agonía
de la fuerza que me impele,
no puedo decirle nó
porque en lo hondo
me duele.

Leonor Rodríguez guez.

jueves, 20 de mayo de 2010

LOCURA DE AMOR




LOCURA DE AMOR

Quiéreme, ilumina mis noches de desvelo,
ansiosa de tenerte a mi lado sin tenerte,
de abrazar tu cuerpo en la sombra,
es locura de amor, mis sueños te añoran.

Quiéreme con suavidad y dulzura
como aroma de jardines de rosas y petunias,
abrazame lentamente, como río a la corriente,
saboreando la llegada de abrazos incandescentes.

Quiéreme, como amante sigiloso que entra por la ventana
que sabe está robando el amor de una casada
y entre suspiros y ardores del fuego que nos embarga,
amémosnos intensamente de ensoñaciones lejanas.


Leonor Rodríguez Rodríguez

CUMPLEAÑOS de mi amigo JESÚS



A mi dicharachero hermoso:

Han sonado los clarines
en la Casa Real de NADAYNADA,
de un salto me levanto
me asomo a la ventana:

El Regidor pliego en mano,
con canto y encanto en su gracia,
pregona a los cuatro vientos
el cumple de Su Majestad,
Rey del verbo y el beso,
Rey de nuestra casa.

Una salva de cañonazos
sella el tiempo en años,
fue tal el estruendo
que no pude contarlos,
¿ ciento veinticuatro.....a caso?
¿o la mitad y alguno menos?
todos los años igual,
de los años de Su Majestad
nunca me pude enterar.

Ante Vuecencia me inclino:

Le regalo este jardín,
frondoso en su vestir,
de flores de mil colores:

Por las rosas muertas,
que dejaron en su alma muescas.

Las que se fueron
que sellaron su labios
con mustios recuerdos.

Las que hicieron mella
en su corazoncito tierno.

Y por mi, que caí en la olla
de gustosos potingues
amalgama de versos,
pócima milagrosa,
entrándome en jardines
de quimeras y otras cosas,
soltando mi lengua en versos
de amor y beso.

Leonor Rodríguez Rguez.

jueves, 13 de mayo de 2010

LA ROSA DESHOJADA








¿VENDRAN?

Las flores se estremecen
el viento sopla ardiente
el arroyo cristalino se revuelve
y mi corazón se sonroja
con los versos que me ofreces
de tenerme en ti presente.

Como preso en mazmorra
ansiando ver la luz del día
mi alma se encandila
cuando tu voz la anima
a salir de las tinieblas
en que se haya sumergida.

Amores que se fueron
mi ser corrompieron con desengaños,
con temores, zozobras.....
dejándome en un mar sumergida
de confusiones, aumentando la agonía...
de tener nuevo amor, algún día.

Momentos de sol radiante
entra en mi casa enlutada,
dejando por los rincones
lucecitas de luciérnagas encantadas,
floreciendo nuevamente en mi jardín,
con tus estrofas de amor, la rosa deshojada.

Leonor Rodríguez Rodríguez
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viernes, 7 de mayo de 2010

PINTANDO EL CIELO








PINTANDO EL CIELO

Miré al cielo con ternura
por ver lo que me regalaba:

La Luna avergonzada
su media cara asomaba
tras una nube hermosa
doncella que la acompañaba.

Luna reina de la noche
no resistió la tentación
de salir al escenario
de matices en color
que le ofrecía el cielo,
vanidoso en su esplendor.

A tal presente la Luna
perdió la cordura,
en traje de baño paseaba
entre nubes de algodón,
escogiendo en los remansos
el lago más coquetón.

Sonriendo está el Sol
semicerrados los ojos,
observando entre sus rayos
como la Luna se goza
bañándose en el lago
de color azulado.

Se arremolinan las nubes,
damas de la reina,
unas blancas otras grises,
pero todas muy atentas:
Las grises la protegen
mientras las blancas la secan,
la visten de plata
para la noche cercana.

Pálida Luna en la claridad
de la tarde que caía
alumbrada todavía
por el Sol remolón.

Esto lo vieron mis ojos
en veintitrés de Febrero,
cuando mirando al cielo
a las seis de la tarde
del año dos mil diez,
en mi tierra, Avilés,
el cielo me ofreció
todo el paisaje descripto,
solazándome en su conjunto,
dando gusto a mi mente
de plasmar su locura
enajenada ella de tanta hermosura

Leonor Rodríguez Rodríguez


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